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3 DE MAYO: DÍA MUNDIAL DE LA LIBERTAD DE PRENSA

SIN PERIODISTAS, NO HAY PERIODISMO

SIN PERIODISMO, NO HAY DEMOCRACIA

Las Naciones Unidas  proclamaron en 1993 el 3 de mayo como el Día Mundial de la Libertad de Prensa con el reconocimiento de que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática.

La FAPE asume por completo estos principios y hace un llamamiento a los poderes e instituciones públicas y a la sociedad española en general para que defiendan y promuevan la libertad de prensa, como garantía imprescindible del régimen democrático que disfrutamos.

La celebración de hoy se viste en nuestro país con el ropaje de la grave crisis que atraviesa el sector periodístico,  que se ha traducido en los últimos cuatro años en la pérdida de alrededor de 6.000 empleos, el cierre de decenas de medios, el aumento del intrusismo, la precariedad laboral generalizada y el acoso de los poderes a nuestro trabajo.

Ante esta situación, la FAPE, en representación de sus 48 asociaciones de periodistas y de las 15 organizaciones vinculadas, hace la siguiente declaración bajo el lema “SIN PERIODISTAS, NO HAY PERIODISMO Y SIN PERIODISMO, NO HAY DEMOCRACIA”.

MANIFESTAMOS

Nuestro más firme compromiso con la defensa de la libertad de prensa, a la que consideramos un pilar fundamental de la democracia y motor imprescindible de la convivencia, el diálogo y el debate cívico.

-QUE la libertad de prensa es un valor supremo de las democracias que ha de conjugarse con otros derechos individuales.

-QUE la mejor manera de fortalecer la libertad de prensa es el ejercicio responsable del periodismo por los periodistas y los editores, basado en el estricto cumplimiento de las normas éticas y deontológicas y en valores como la integridad y el rigor profesional.

-QUE la libertad de expresión se debilita cuando el periodismo se convierte en una fuente de manipulación, de sensacionalismo, de promoción de odios y prejuicios y de defensa de intereses espurios.

-QUE tenemos la ineludible exigencia de promover los más altos estándares éticos en el ejercicio diario de nuestra tarea, sea en el soporte que sea, en el entendimiento de que el periodismo debe lealtad ante todo a los ciudadanos y a su derecho a la información.

La libertad de prensa es una conquista de nuestra sociedad democrática, pero en los últimos tiempos comprobamos un alarmante aumento de las restricciones, como son las ruedas de prensa sin preguntas, los contenidos enlatados elaborados por los partidos, los bloques electorales y las iniciativas de distintas instituciones de limitar el derecho de información en las coberturas de sus actividades.

Entre estas restricciones, DESTACAMOS:

-La reducción de las redacciones, las rebajas salariales y la sustitución de periodistas experimentados por becarios y contratados a los que se paga salarios indignos y que difícilmente podrán resistir las presiones de los poderes si su puesto de trabajo pende de un hilo.

-La aplicación de normas penales desproporcionadas contra quienes, en el ejercicio legítimo de su derecho a la libertad de opinión y expresión, informan sobre actividades presuntamente ilícitas de determinadas autoridades públicas.

-La aprobación por parte de las instituciones de instrucciones y normas que cercenan la libertad de expresión y el derecho de información.

-La existencia de contratos de trabajo leoninos, en los que se exige la cesión total de los derechos de autor, y las ofertas de empleo indignas, algunas de ellas procedentes de medios dirigidos por periodistas.

-La negativa de los gobernantes a asumir públicamente las explicaciones ante los ciudadanos,  practicada reiteradamente con la convocatoria de ruedas de prensa sin derecho a preguntas.

-La utilización de las concesiones de publicidad institucional o las licencias de radio y televisión para castigar o premiar a medios y periodistas en relación con su línea editorial o la cobertura de una determinada información.

-Los juicios paralelos, la compra de testimonios y la anulación de la presunción de inocencia, uno de los pilares de nuestro sistema de justicia y una garantía contra los abusos del poder.

La libertad de prensa, en definitiva, pierde su fuerza cuando periodistas y medios abandonan las normas éticas y deontológicas y rompen su compromiso con la sociedad de ejercer el control del funcionamiento estatal, de la gestión pública y de la corrupción, esencial en todo sistema democrático.

Terminamos rindiendo homenaje a los periodistas que han pagado con su vida la defensa de la libertad de expresión, sobre todo en Latinoamérica, al mismo tiempo que exigimos a los Gobiernos que persigan a los asesinos y terminen con el clima de intolerable impunidad en que desarrollan sus crímenes.

Los periodistas hemos interiorizado la máxima que defiende que nunca nos podemos convertir en el centro de la noticia. Nuestro trabajo debe ser discreto, para que la información y los verdaderos protagonistas de aquello que contamos tengan el espacio que merecen.

Salvo algunos casos de reporteros ‘estrella’, que también los hay, los periodistas disfrutamos con nuestra profesión y estamos acostumbrados a vivir en un segundo plano. No buscamos una recompensa, -al menos, no económica-, y afrontamos nuestro trabajo con una mezcla de vocación y compromiso social que no se reconoce habitualmente.

Nuestras condiciones laborales son malas, nuestros horarios son malos, nuestra credibilidad no pasa por buenos momentos. Los periodistas convivimos con la precariedad mientras soportamos unos niveles de exigencia y una presión social que no se corresponde con la realidad.

Mañana será San Francisco de Sales, patrón de los periodistas, pero tenemos poco que celebrar en el sector. Los tópicos y típicos titulares de «año negro para la profesión» se quedan cortos en este caso. A la crisis económica sumamos una crisis de valores y una reconversión tecnológica pendiente, lo que nos deja al borde del abismo.

Quizá no sea el momento más propicio para hacer autocrítica, en un mundo en el que la competencia es feroz y el corporativismo no se practica. Habrá tiempo para fustigarnos y para recrearnos en nuestros propios errores. Hoy lo que toca, lo que pretendo hacer, es un ejercicio de activismo.

Los periodistas debemos recuperar nuestro espacio. Debemos levantar la voz y sacar a la luz nuestros problemas. Sin caer en el ombliguismo, tenemos la obligación de defender la libertad de expresión y el derecho a la información como bienes imprescindibles para la democracia.

Vivo y trabajo en Cantabria. En los últimos meses se han celebrado elecciones autonómicas, locales y generales. Varios colectivos profesionales y asociaciones sectoriales han renovado sus directivas. En estos momentos está en marcha un proceso electoral en la Universidad de Cantabria y otro en la patronal cántabra.

Generalmente, somos nosotros los encargados de informar sobre estas convocatorias. Sin embargo, un mes después de que los periodistas de Cantabria acudiéramos a las urnas, seguimos sin conocer los resultados oficiales y la proclamación de la nueva Junta Directiva de la Asociación de la Prensa elegida en las urnas sigue sin producirse.

El poco prestigio profesional que teníamos se nos escapa entre los dedos, mientras que el cierre de medios de comunicación, los despidos y las reducciones de salario siguen su curso. Nadie levanta la voz. Nadie nos representa. Nadie nos defiende. Estamos haciendo el ridículo.

En un momento en el que necesitamos una Asociación de la Prensa de Cantabria fuerte y cohesionada, estamos dando un ejemplo de lo que no se debe hacer. Enfrentamiento, confusión y un sentimiento de inseguridad absoluto, en vez de sentar las bases de lo que tiene que ser el futuro. Tenemos espejos en los que mirarnos.

Mientras recuperamos la normalidad, el sentido común y la seriedad, hago mío el manifiesto que ha dado a conocer hoy la Asociación de la Prensa de Madrid.

Declaración de la Asociación de la Prensa de Madrid por un trabajo digno #gratisnotrabajo

La Junta Directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid

Expone

QUE ha recibido numerosas quejas y denuncias sobre la existencia de ofertas de trabajo humillantes e indignas para periodistas.

QUE empresarios sin escrúpulos se permiten ofrecer a periodistas titulados el “pago” de 0,75 euros por una noticia de 800 caracteres o el de 2,50 euros por artículos de no menos de 250 palabras cada uno.

QUE mucho más humillante es la oferta que, en nombre de “un nuevo periódico nacional de tirada semanal», invitaba a periodistas licenciados a “incorporarse en régimen de colaborador y voluntario (sin retribución)”, en un proyecto de “máximo compromiso social y excelencia en la comunicación”.

QUE también tenemos denuncias sobre medios de comunicación consolidados, dirigidos por periodistas, que están promoviendo empleo sin salarios y becas sin remuneración.

QUE, en el colmo del despropósito, aparecen empresas que pretenden cobrar al periodista por trabajar en ellas, en lugar de pagarle.

QUE todas estas ofertas revelan la existencia de una preocupante e intolerable consideración social, laboral y salarial de los periodistas como mano de obra barata.

QUE los editores de medios de comunicación tienen que asumir su responsabilidad y frenar con la máxima urgencia esta situación de máxima precariedad, a la que no es ajena la oleada de despidos que soportamos. Esta responsabilidad se extiende al desamparo que sufren los colaboradores y “free lance” ante las durísimas condiciones de trabajo que les imponen, agravadas con impagos que se prolongan durante meses.

QUE unos periodistas mal pagados, y más si no perciben salario alguno, difícilmente podrán resistir las presiones de los poderes para mantener su independencia, que es precisamente el principal problema que sufren, según el reciente Informe de la Profesión Periodística.

QUE somos conscientes de que esta es una crisis muy dura, ya que se combinan la económica y la de modelo periodístico, pero alertamos de que su gravedad no debe impedir que reivindiquemos un derecho tan fundamental como es el de percibir un salario digno, como la Constitución reconoce a todos los españoles.

QUE se nos hace muy difícil admitir que quien ha creado, o quiera crear, un espacio de libertad como es un medio de comunicación, se atreva a plantear una oferta de trabajo sin salario, aprovechándose del alto número de parados que hay en nuestro sector, sobre todo entre los jóvenes.

Insta

Al Gobierno y a los partidos políticos a que cumplan su obligación de garantizar la libertad de prensa, una libertad que se desmorona, con consecuencias funestas para la democracia, si se toleran sistemas de trabajo que consisten en explotar a los periodistas sin salarios, es decir, en régimen de esclavitud.

Al Ministerio de Empleo y Seguridad Social a abrir inspecciones inmediatas a los medios y empresas que promueven las prácticas antes enunciadas y sanciones a todas aquellas empresas que incumplen las ordenanzas laborales en materia de empleo.

A los editores a respetar los derechos de los periodistas, en el entendimiento de que los medios no pueden sobrevivir si desprecian la profesionalidad de este colectivo con salarios indignos.

La Asociación de la Prensa de Madrid no está dispuesta a tolerar que los periodistas trabajen gratis y, quien quiera imponer este criterios en las redacciones, tiene que saber que esta asociación usará todos los medios legales a su alcance para que tales prácticas sean investigadas y, si procede, sancionadas.

#gratisnotrabajo

#SINPREGUNTASNOCOBERTURA

MANIFIESTO

Contra las ruedas de prensa sin preguntas y otras anomalías informativas

Los periodistas, medios de comunicación y organizaciones profesionales firmantes de este manifiesto:

ESTAMOS INDIGNADOS ante los reiterados intentos de manipulación de la información y de presión sobre el trabajo profesional de los periodistas, protagonizado desde distintos estamentos, especialmente desde los partidos políticos.

Una de las manifestaciones más burdas y elocuentes de esta estrategia está en el deterioro y mal uso de procedimientos tan clásicos como las conferencias de prensa, que tienen como objetivo dar explicaciones a la opinión pública y responder a las preguntas de los informadores. Son muchos los políticos que rehúyen este procedimiento para refugiarse en declaraciones unilaterales que no admiten contraste. Una actitud con la que pretenden que los periodistas seamos meros copistas de lo que dicen. El nefasto periodismo declarativo con el que quieren sustituir al periodismo de hechos.

La modificación de la ley electoral para imponer a los periodistas de las televisiones privadas los criterios de falsa proporcionalidad y neutralidad que ya aplican las públicas supone una medida inconstitucional, una falta de respeto al criterio informativo de los profesionales y una manipulación inaceptable.

ESTAMOS INDIGNADOS ANTE ESTA ESCALADA DE IMPEDIMENTOS A LA INFORMACIÓN Y PEDIMOS A LOS COMPAÑEROS PERIODISTAS Y A LOS RESPONSABLES DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN QUE NO SECUNDEN ESTAS PRÁCTICAS, QUE DETERIORAN LA CREDIBILIDAD DE LOS MEDIOS Y DE LOS PERIODISTAS.

ESTAMOS INDIGNADOS, y exigimos desarrollar nuestro trabajo sin restricciones de ningún tipo por parte de los partidos políticos. Una exigencia profesional y un derecho de los ciudadanos a recibir una información veraz y contrastada, del que los periodistas somos intermediarios.

ESTAMOS INDIGNADOS y exigimos que no se convoquen ruedas de prensa sin admitir preguntas. Nos comprometemos a denunciar y a señalar a aquellos políticos que lo hagan y, si persisten, los responsables de los medios firmantes nos comprometemos a dejar de cubrir ese tipo de convocatorias.

#SINPREGUNTASNOCOBERTURA

Firma aquí tu adhesión al Manifiesto http://www.peticionpublica.es/?pi=P2011N9499