Os pongo en situación. Hace unos días tuve que acudir a la presentación del libro ‘Revilla. Políticamente incorrecto’. Se trata de una biografía «no desautorizada» del Presidente de Cantabria, escrita por Virginia Drake.
Lo de «no desautorizada» va entre comillas porque así la definió el propio líder regionalista. Dice que él no pidió que se escribiera, pero colaboró con la autora para facilitarle el trabajo. Durante unos meses, Drake ha viajado con Revilla, han conversado durante horas y le ha permitido el acceso a su círculo familiar.
Lo gracioso de este asunto es que el Jefe del Ejecutivo cántabro no acudió al evento que organizó la editoral para presentar el libro en Santander, y vuelvo a las palabras textuales, «porque se ha sentido abrumado ante la expectación creada en los medios». (¿?).
Esto último lo dijo Virgina Drake, que es una periodista madrileña que confiesa que antes de empezar el libro, no conocía a Miguel Ángel Revilla más que de sus intervenciones televisivas en algunos medios nacionales. Supongo que pensaba que los presentes tampoco lo conocíamos, si no, no me lo explico. ¿Revilla abrumado ante los medios de comunicación? Creo que la autora ha sufrido el ‘Síndrome de Estocolmo’.
En fin, que a la presentación no fue, pero que conste que ya hay convocado algún acto que otro para que Miguel Ángel Revilla firme los libros a sus seguidores. Sin ir más lejos, en la sección de ¿literatura? de El Corte Inglés ‘Bahía de Santander’.
Yo, que soy un profesional como la copa de un pino o un masoca de cuidado, me propuse leerlo y escribir una crítica aquí, en Ideas Efímeras, el pasado domingo, haciéndolo coincidir con el Décimo Congreso Regional del PRC. Como podéis comprobar, ya que es jueves, no lo he conseguido.
Seguro que os preguntáis si no tengo nada mejor que hacer. Pues la respuesta, obviamente, es que sí. Podría estar horas mirando al techo, rascándome la barriga o golpeando una pelota de tenis contra la pared. Planes todos ellos, de lo más apasionantes, pero me gusta torturarme, qué le voy a hacer…
He llegado a la página 235. Teniendo en cuenta que son, aproximadamente, 470, estoy en la mitad del éxito literario que nos ocupa. Y me planto, tengo suficiente. Uno es tonto, pero hasta un límite. La cantidad de anécdotas, chascarrillos, exageraciones y elementos repetidos es tal, que creo que me puede servir para hacerme una idea.
Que si las anchoas, que si el taxi a La Moncloa, que si el Rey, que si la primera vez que bajó a Santander fue para ver a Franco, que si Miguel Ángel Revilla es el padre, la madre y el espíritu santo de la autonomía de Cantabria… El que lo quiera leer, que se ahorre los ¡22 euros! que cuesta. Yo se lo presto. He intentado quemarlo, pero no prende bien porque la cubierta está plastificada y, además, no hay motivo para contribuir al calentamiento global…
Hasta aquí la crítica literaria, ahora comienza la crítica política.
Como os decía al principio, este fin de semana se celebró el Congreso Regional del PRC. Para los no iniciados en Cantabria, (que haberlos, haylos), os diré que fue un éxito rotundo. De público y de resultado, como se suele decir en estos casos. Miguel Ángel Revilla fue reelegido secretario general (va por los veintitantos años…), repetirá como candidato en las próximas elecciones autonómicas (aunque dijo hace cuatro años que no se volvería a presentar…), y, quizá lo más novedoso: los regionalistas se presentarán a las próximas elecciones generales.
Las ponencias fueron refrendadas con el 99% de los votos entre casi 1.000 asistentes. El 1% restante no son díscolos, tranquilos. Supongo que saldrían a tomar un café. Y estos resultados son una de las razones que me hacen compartir una opinión que escuchaba esta semana a un diputado del PP.
Dijo que el PRC no es un partido, es un club de fans. Una definición bastante acertada, que se contextualiza con una de las frases que pronunció Miguel Ángel Revilla durante su discurso: «Soy IMPRESCINDIBLE«. Si esto no es POLÍTICAMENTE INCORRECTO, que venga dios y lo vea, ¿no?
Revilla en estado puro, y no es un chiste fácil, lo prometo.
Después de las ponencias, las votaciones y los discursos, los regionalistas de bien se dirigieron a su tradicional comida de Navidad en el Hotel Bahía. Un acto organizado por Aurora Díaz, la Primera Dama. Otro éxito, ya que, según cuentan las crónicas, más de 200 personas se tuvieron que ir a casa sin comer por falta de espacio.
Ahí suele ser donde Miguel Ángel Revilla compite con Fidel Castro para ver quién da el discurso más largo del año. Ha llegado a hablar cerca de cuatro horas, pero supongo que, una vez retirado el comandante, el líder regionalista ha perdido la motivación. O tal vez se reserve para las elecciones, no sé. En esta ocasión, una hora monda y lironda.
A los postres, el Presidente de Cantabria tuvo unas palabras para los periodistas allí presentes. No muy amables, por cierto. Decidió humillar y ridiculizar a dos compañeros de EL MUNDO CANTABRIA, un medio no afín al regionalismo.
Los compañeros, dos profesionales que cubrían el Congreso del PRC por obligación, (porque supongo que tengan cosas más interesantes que hacer los domingos por la tarde), fueron abucheados por los asistentes y tuvieron que pasar un mal rato. Aunque su medio ya ha editorializado sobre el asunto, aprovecho para solidarizarme con ellos. Podéis leer más detalles aquí, y os dejo el audio, cortesía de… ¿Wikileaks?
Ya os decía que el Partido Regionalista se comporta en ocasiones como un club de fans, y aquí tenéis la muestra. Por cierto, que en la comida del PRC se vendía la biografía «no desautorizada» de Miguel Ángel Revilla, que estuvo firmando autógrafos a los asistentes. Un éxito de ventas, seguro.